Te escribo esta carta, para decirte lo bello que es vivir mi vida contigo existiendo en ella. Es verdad que mi vida ha sido dura, que los caminos de la vida a veces no andan. Pero yo me forjé mi propio porvenir en tus pasos.
Desde aquel día en que te miré a los ojos, en el reencuentro de nuestras otras miradas y nuestras vidas abiertas a la verdad de nuestro ser, el amor.

Yo, inquebrantable y poderosa, encontré en ti esa bella debilidad que da la mayor de las fortalezas ¡La fuerza del amor verdadero!
Tú no buscaste corromperme, gracias, por ello y más te soy siempre incondicional y siempre lo seré. Tú no buscaste doblegar ni destruir mi mundo.

Yo que enfrento la vida dura con impenetrable fortaleza, contigo he sido delicada y siempre seré tierna, pero también intensa y amorosa. Tú sabes (como dice un poeta) “Cuánta dulzura y cuánto quebradizo silencio hay en una poesía”. Tú conoces cuanta poesía tienen mis alas en vuelo abierto por ti.
En tus alas encontré cuánta poesía existe en el amor verdadero.
¡Te amo
Andrea.
Damos las gracias a Andrea por esta preciosa carta de amor