Yo estaré a tu lado, sin duda alguna, en todo lo que
hayamos creado juntos, en el sudor
compartido tanto en el trabajo como en
el placer, y en las lágrimas que
intercambiamos.

Y en todos aquellos que pasaron a
nuestro lado y que, irremediablemente,
recibieron algo de nosotros, y llevan
incorporado -sin ellos ni nosotros
notarlo- algo de ti y algo de mí. También
nuestros fracasos, nuestra indolencia y
nuestros pecados serán testigos
permanentes de que estuvimos vivos y no
fuimos ángeles, sino humanos.
Aquello sería distinto, pero
indudablemente distinto, si no
hubiésemos aceptado vivir juntos nuestro
amor durante tantos años; el mundo
estará siempre salpicado de nosotros.
Marisol
Damos las gracias a Marisol por esta preciosa poesía a su amado.