A veces deseo que llegue la turbia noche,
para que mis parpados cansados reposen,
y mi mente vaya hacia otro mundo.
Una dimensión inexplorada,
poco recordada al día siguiente.

Me gusta saber que los deseos
de mi inconsciente se manifiestan
y a veces son tan reales
que desearía permanecer
en un estado de coma profundo,
sólo para soñarte…

Recuerdo muy pocas cosas,
pero con sólo recordar tu presencia me basta.
Ya no son sueños de llanto eterno,
a veces sueño que estás cerca
mientras continúo con mi vida.
Otras veces me sueño madre y tu abuela,
es cómico, aunque parece tan real
que a veces desearía vivir esos sueños
como mi realidad.

Pero nos tocaron dimensiones bifurcadas,
matemáticamente perpendiculares.
Se unieron en un punto
y continuaron su trayectoria
cada vez más lejos de la otra
para no volver a unirse jamás,
en este mundo inerte y volátil.

Mi esperanza es creer en las almas,
aunque no sabré que eres tú,
volveremos a unirnos.
No te llamaré por tu nombre,
ni te diré mamá,
pero ambos sabremos que fuimos una
alguna vez…

Gracias a Guille