Amor sé que el destino nos tenía preparado un encuentro, un encuentro
tan especial que ni tan siquiera el sueño más fantástico hubiera podido
semejarse a la sensación de sentir el amor tan grande que sentimos el
uno por el otro.
Fue como tocar el cielo por un momento, fue como viajar
por el firmamento en una noche estrellada, conociendo infinidad de
constelaciones y estrellas a cual más bonita y deslumbrante, pero entre
esas estrellas resplandecías tú con un brillo espectacular, ahí estabas
en medio del firmamento, invitándome a formar parte de tu corazón
invitándome a formar parte de tu vida por un instante.

Amarte fue la sensación más maravillosa que un mortal puede
sentir, fue como ser parte de un universo, como sentir en un instante
la grandeza de ser un Dios; me diste la mano y me enseñaste el universo y
el poder del amor, el poder de amar una estrella, el poder de sentirme un
Dios.

Mi amor, sé que el destino a veces es cruel y nos tiene preparados caminos
distintos en la vida, pero el recuerdo de haber tocado una estrella es
suficiente para sentirse un ser inmortal. Me diste tu amor sin condiciones
y es algo que perdurara en mi corazón, el amor es a veces tan fugaz como
una estrella, tan fugaz como un beso.

Vida, estas tan alto en el universo, estas tan lejos de mi…
En las noches estrelladas miro al cielo y te veo con tu rostro sonriente
y alegre, con esa sonrisa que iluminaba el firmamento de mi vida. Amor
nunca olvides lo importante que eres para mí, siempre te amaré, siempre te
esperaré. Una palabra tuya y mi corazón será tuyo, vivo y viviré solo
por y para ti.

Recordando a mí amada

Fernando
Damos las gracias a Fernando por esta preciosa carta de amor