Sé que te he decepcionado de una forma que nunca me lo vas a perdonar, nunca había sentido algo tan grande y tan inmenso por alguien como tú.

El sólo hecho de verte me pone nervioso, me dejas sin nada que decir, cuando te acaricio siento como si acariciara las mismas nubes, cuanto se juntan nuestros labios me dejas la mente en blanco, me transportas a un lugar donde todo es perfecto. Cuando te abrazo me dejas sin aliento, al tocar tu rostro me erizas la piel, eres todo para mí.

Sé que fui un tonto al no valorarte, no darte el lugar que te mereces, el no demostrarte todo el amor que siento por ti, y me gustaría demostrarte lo que en verdad estoy dispuesto hacer por ti. Daría todo, ya que te amo sin reserva alguna, todos los días pienso en ti a cada minuto, estás en mi mente y corazón.

He soñado cosas que ya hemos pasado, y algunas otras que son un sueño, solo son un sueño, por eso espero que Dios aún me vea con buenos ojos, para que me de la oportunidad de hacerte feliz por siempre y para siempre ya que yo no quiero a nadie más, ni pienso en nadie más que no seas tú, contigo quiero formar una familia, construir nuestros sueños, apoyarte en los tuyos, compartir tus alegrías, levantarte si llegas a caer, darte palabras de aliento cuando las necesites, que confíes en mí en todo.
De verdad no sé en que estaba pensando cuando cometí todos y cada uno de los errores que hice, ya que ahora estoy arrepentido y sé que con palabras ni hechos bastan ya, a estas alturas me gustaría siquiera no perder tu cariño, y si aun puedo rescatar el amor que me tenias, haré hasta lo imposible por que te amo.
Ya no puedo vivir sin ti.

Pd: nunca te olvidare y siempre estarás en mi mente y corazón como y desde cuando te conocí.

Para la mujer que siempre amaré, de Eduardo Contreras Monjaras