El día que te conocí supe que no podía cambiar tu vida pero sí que
encontraría a un amigo en ti; hoy que te conozco estaré contigo cuando me
necesites. La vida hizo que te conociera, y en ese momento supe que
había llegado esa persona que me escucharía y me entendería.

Soy consciente que no puedo solucionar tus problemas, pero estaré aquí cuando me necesites, si me lo permites disfrutaré de tus alegrías y tristezas.

No juzgo las decisiones que tomas en la vida, solo me limito a apoyarte si
me lo pides. Tampoco tengo respuestas para tus dudas, pero juntos podemos darles
respuestas. No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena del
corazón te haga sufrir, pero puedo llorar contigo para aliviar ese sufrimiento;
puedo quererte cómo eres y ser tu amigo.

Gracias por compartir conmigo esos momentos en los cuales podemos decir
muchas cosas, y hablar de nuestras cosas e intentar dar
solución a nuestros problemas. Gracias amigo por ser esa persona tan especial.

No puedo cambiar el futuro, pero cuando me necesites estaré ahí, puedo
ofrecerte mi mano, cuando la necesites, querido amigo.

Pero ante todo no olvides que el cariño que siento por ti es muy grande y
que no quiero que se termine esta amistad que existe entre los dos.
Lucharé para que esta amistad nunca termine y si la vida me deja, estaré
contigo siempre.

Gracias Leonardo por estos años de amistad que me has brindado

Tu amigo

Gonzalo

Damos las gracias a Gonzalo por esta preciosa carta de amistad.