En lo primero que pienso es en tus lindas caricias en tu cara de ángel y en tu linda barba de candado: sabes aunque nuestro amor sea prohibido no me importa porque prometí estar contigo para siempre.
A veces me pongo a llorar con tu recuerdo. No me importa lo que diga mi familia ni la tuya, nuestro amor es suficientemente grande. Espero que cada uno cumpla su promesa.

Te amo bebe, me voy contigo donde sea, mi príncipe de Estados Unidos.

Rodolfo… te amo.

Sin ti no sé quién soy

Gracias a Alma Rosa por enviar esta carta de amor