Mónica, te amo y muero por tenerte a mi lado, cobijarte entres mis brazos, sentir tu aroma confundirse con el mío, solo me queda deleitar con melancolía, tu perfume, tu fragancia de aquella noche, seguiré recorriendo cada pequeño fragmento de mi vida, llenando mi memoria con tu figura, tu sonrisa, tus gestos, tus labios y tus destalles encantadores.
Gracias, por haberme regalado minutos de felicidad, por hacerme sentir vivo, gracias por haber entrado a mi corazón y a mi vida por un momento.
Hoy respiro sin desearlo, que los días y las noches se terminaran, que mi vida lentamente se acabará, dormir profundamente sin despertar y no pensar más en TI. ¿ que sentido y razón tiene mi vida ?, sin que a nadie le importe.
Que ironía, que impotencia, envuelto con melancolía de no poder germinar este IDILIO este ROMANCE, que fueron escasos minutos que nos entregamos entre besos y abrazos, sentí que se me habrían las esperanzas de hacer revivir este corazón reseco, moribundo y sediento de amor, ya empezaba soñar y fascinar de esta ilusión, bosquejando proyectos de vida que algún día me aceptaras y convertirme en tu esposo.
Me siento vilmente discriminado y rechazado saboreando amargamente esta derrota, desde las llamadas hasta tus gestos de rechazo, aquel día después de… te llame tembloroso y nervioso pero con gran expectativa para invitarte a salir, que sorpresa al oír tu respuesta adversa, marcando negativamente mi vida con estas palabras “TODO FUE UN ERROR Y NO HAY NADA DE QUE HABLAR”.
Jamás encontraras hombre de esta calidad humana, trato a mi prójimo con el corazón, practicando y usando mi mejor herramienta que Dios me ha dado cual es mi sencillez y humildad con la que cordialmente trato a las personas que en mi camino transitan.
Ahora comprendo, tal vez mi DEFECTO es ser sincero, hablar con transparencia y con la verdad que lo que pienso es lo que reflejo en palabras y de creer que todos son limpios sanos y sin malicias, cuyo PAGO es el dolor deprimente y despiadado que me toca vivir, será que he nacido para sufrir ?, si es así seguiré cargando con esta pesada y dolorosa cruz hasta cuando Dios me recoja de este mundo y a veces cruel.
De no tener una oportunidad para aclarar todo esto, solo me queda desearte que seas feliz y descuida trataré no llamarte no incomodarte creo que todo es en vano.
Adiós, cuídate.

SEBASTIANO