Amiga del alma, todavía me acuerdo del día que nos conocimos. Yo te hablé y tu me hablaste desde ese día mi vida cambió.

Más que mi amiga eras como una hermana y me  gustaba decirte, te quiero y te adoro. Pero de repente un día todo se vino estropeó entre nosotras con la noticia de que yo me tenia que mudar.

Recuerdo que un día prometimos seguir siendo “hermanas” a pesar de la distancia y cuando llego el día de mi partida,  tú no estuviste  para  poder despedirme de ti; fue muy  doloroso.

Los primeros días nos fuimos  comunicando,  después los mensajes disminuyeron, casi ni me escribías.

Luego regresé  y todo volvió a ser como antes pero por poco tiempo ya que tuve que volver a irme;  desde entonces casi no nos escribimos.  Poco a poco superé el dolor de no tenerte como amiga y aunque tú me sigues llamando “hermana” pero yo sé que ya no lo soy.

A pesar de todo yo  nunca te he dejado de querer, siempre serás mi “hermana” y algún día volveremos a estar juntas.

¡Nunca lo olvides, tú fuiste y serás mi mejor amiga!

Te quiero amiga del alma. Tal vez esta sea la última vez que te digo cuanto te quiero y todo lo que siento.

Adiós, y  no me olvides.

Alejandra

Agradecemos a Alejandra su hermosa carta de amistad