Hoy vuelven desbocadas, casi enfurecidas, mis letras, a dibujar cuerpos sobre el papel, a encarcelar sentimientos  que desbordan esta lujuria de pasiones, que se escabullen confundidas en mi tristeza sin saber hacia dónde alzar el vuelo….Locas.

Este amor que atenaza mi garganta sin poder decir un te quiero, sin poder tomarte en brazos y saciar esta fiebre que me quema por dentro, este deseo que me atormenta cada noche cuando pienso en ti, cuando acaricio la almohada que ya apenas guarda el olor de tus cabellos, cuando tomo confundido la tela que cubría tu cuerpo desnudo para apagar la llama de deseo que bajaba a torrentes por tu piel, dando sosiego a la carne aun temblando entre mis brazos, tranquilidad a tu espíritu empapado de emanaciones que solo guardan mis recuerdos, pero que ya no puedo respirar en estas noches de tortura en que no alcanzo con mi boca tocar tus labios.

Cuantas ansias de mancillar con mi hombría sobre tu vientre delicado y tenso al  deslizar la ternura de mis dedos sembrando flores en los abismos de tus montes y praderas de amante eterna. Estás,…estoy tan atado a ti, que me cuesta sentir el aire que respirabas, y estos labios, sedientos, piden a gritos el regreso de tus besos, o algunos labios que se te parezcan, para calmar la fiebre que corre por mi sangre enfurecida como estas letras que hoy emborronan cuartillas, pero que ya no escuchas,  y flagelan, golpean la paz de mis sueños, por no tenerte, por no soñarte, por no poder calcar sobre mi cuerpo el tuyo para volver a amarte.

 

Daniel Alberto Duarte