Siempre creí que los Reyes Magos existían de verdad. Un seis de enero llegaste a mi vida para demostrarme que sí.
Pronto te convertiste en un gran amigo. Juntos, vaciamos de soledad las noches lejos de casa con conversaciones que duraban horas. Y cuando llegaron los malos momentos, nos cogimos de la mano más fuerte que nunca para luchar, juntos, contra todo lo que nos hiciera  daño.
Sonrisa a sonrisa, beso a beso, caricia a caricia conseguiste que me enamorara de ti.
Y ahora que hace tiempo que no existen las noches de tristeza y soledad y que nuestro amor crece cada día un poco más, ahora que vamos a dar un paso más allá,  quiero   que sepas que fuiste, eres y  serás mi regalo más especial. Una de las mejores cosas que me han podido pasar.

Bea

Damos las gracias a Bea por esa carta para su amor.