Papá, no sé como empezar esa carta. Hoy quiero contarte lo que mi corazón siente pero estoy muy triste porque tú ya no estás entre nosotros.

No aguanto más las ansias locas por abrazarte y decirte cuanto te amo. Me duele mucho tu ausencia, cierro los ojos e imagino que estas aquí  entre nosotros.

Te imagino con tus nietos diciéndoles lo mucho que los amas; todavía sigo esperando que todo sea un sueño, pero ya no te tengo, ya no puedo abrazarte, ni decirte a la cara lo mucho que te amo.

Me haces falta papá, tus abrazos, tus consejos; extraño todo de ti.

Añoro las visitas a la quinta, las conversaciones, dicen que las heridas sanan pero la mía no cicatrizará nunca.

Me consuela pensar que disfrutaste de la vida a cada momento, para mí es un orgullo decir que soy tu hija; la gente que te conoció me dicen “Era un gran hombre” y yo les digo “Era mí papá”

Era Don Alfonso Alarcon Samano.

Margarita Alarcon

Damos las gracias a Margarita por ese bello recuerdo a su papá.