En estos momentos de duda quisiera entender muchas cosas, pero quizás
entenderlas no podrá borrar mis sentimientos, ni hacer que estos latidos
acelerados disminuyan su velocidad.
Soy consciente que este sentimiento solo se tiene una vez en la vida, es ese cariño que se siente de niño y que nunca más vas a percibir; que conlleva en él una intensidad y una pureza
increíble.
No quiero volver a caer en los brazos de quien un día destrozó mi ilusión por cobardía, pero es inevitable caer en el dolor que me sumerge en un pasado de errores que pudieron ser enmendados para construir una estructura sólida y única llamada amor.
Cuanto arrepentimiento, dolor, incertidumbre, dudas y tristeza rondan mi alma, a
pesar de este deseo tan fuerte de olvidar “necesito tiempo y
dureza para continuar” plantea la razón, pero entiendo que todo va más
allá de un pensamiento, es necesario poner a prueba lo que pienso estando
frente a la persona que causa lo que siento.
¿Cómo olvidarlo? Será una pregunta eterna, un clavo no sacó otro clavo, el rencor me trajo
más dolor, sin embargo algo que nunca se desvaneció, fue este sentimiento
incomparable que invade mi cuerpo.
Quizás querer a quien te hizo daño está mal, pero el querer es así, pensar en esa persona antes que en ti, imaginarlo cada segundo de tu vida a tu lado, tomar su mano y sentir como
tu cuerpo se estremece ante ese contacto físico que va más allá de algo
científico, simplemente lo llamaría amor.
Me resignaré a la idea de olvidar, que me recuerda que jamás podré hacerlo, que corro el
riesgo todos los días de mi vida de que me vuelva a lastimar, porque sé
que aunque lo niegue esto que siento, sólo se podría definir
como amor.

Miryam
Damos las gracias a Miryam por esta preciosa carta