Emilio no sé cómo empezar, pero en mi corazón no hay duda que te amo, no entiendo el destino por que nos separa si muchas veces le di gracias a Dios por haberte conocido y por haberte puesto en mi camino, no entiendo por qué hoy estoy sufriendo este dolor que me desgarra el alma.

Tengo muy grabadas en mi mente y en mi corazón todas las palabras bonitas que me dijiste, cuando mirándome a los ojos decías que me amabas y que yo era tu felicidad, juraste y prometiste no perderme, juraste hacer todo lo posible y luchar contra todo y contra todos para conservar nuestro amor, y estar juntos para siempre, no es justo que ahora me pongas pretextos, y me digas que no sabes que hacer, que pongas en duda nuestro amor, no es justo que ahora tenga que esperar a que te decidas por mí, son días de espera que me atormentan con ideas locas que llegan a mi mente y me hacen llorar, se vienen a mi mente todos los momentos felices y las noches que estuvimos juntos donde nuestra alma era una sola, pero este sueño o fantasía solo me duro 6 meses.

Te amo con toda mi alma y creo que hoy se termina, llegó la hora de separarnos y no fue por mí porque sabes que yo te entregué mi ser entero, te ofrecí mi vida y te di lo mejor de mí, pero tú no lo valoraste y ahora te condeno a que siempre que aparezca la luna llena te acuerdes de mí, te acordarás que un día como ése me enamoraste, que un día con la luna llena y con todo su esplendor fue testigo de tus falsas promesas y de lo sincero de mi amor hacia ti. Algún día fui tu brujita.

Gracias a Tania por esta carta