Cuando te conocí  pensé que eras el mejor chico del mundo. Me enamoré inmediatamente y en cuanto volví a Buenos Aires quería seguir la relación aunque fuera a distancia.
Pasaron 6 meses desde nuestra última conversación y te extrañaba, luego comencé a tomar  la iniciativa,  a llamarte, mandarte mensajes, etc.

Me enamore sinceramente, pero por culpa de este amor-locura comencé a hacer cosas horribles: mandarme mensajes yo misma como si fuesen de tu parte, mentirle a mi madre y discutir con ella por tonterías.

Un tiempo  después, en febrero volvimos a hablar y pensé que seguías amándome. Hasta que un pequeño descuido hizo que mi mamá llamara a la tuya y entonces me entere de la clase de chico que eres: una persona  muy distinta de lo que yo creía, un cobarde lleno de defectos que jamás peleó por mi amor, circunstancia que  hacía imposible nuestra unión.
Pero yo  sé que después de esta ilusión hacía ti que alimentaste a propósito,  Dios me recompensará  con un chico bueno, dulce, tierno y sincero. No como tú  que me mentiste todo el tiempo.
Hay un dicho que dice:   “Tus malas acciones actuales se  vuelven hacía ti en el futuro” y puede pasar que  el día que te enamores de verdad de una chica, si es inteligente, verá como eres y no te querrá.
Por fin pude terminar con esta ilusión, nunca vuelvas porque en mi corazón te cerré la puerta.

Chicas un consejo: cuando se enamoren de un chico fíjense que sea sincero, buena persona, fiel y que las cosas las diga a la cara.

Gracias por su atención.

Brenda

Damos las gracias a Brenda por esa carta de desamor y esperamos que encuentre al chico de su vida